Las cuerdas vocales: el origen del sonido
 
Lo primero, vamos a identificar a las cuerdas vocales señalándolas con un círculo azul:
 
 
Vemos que hay dos pliegues. El inferior es el que produce el sonido y por eso se llaman cuerdas vocales verdaderas. El pliegue superior no produce sonidos, por eso se llaman cuerdas vocales falsas. Aquí merece la pena detenerse un poquito más en la estructura anatómica microscópica.
 
Vemos músculos muy poderosos que al contraerse acercan y estiran las cuerdas vocales; vemos también glándulas que proporcionan el moco y la humedad imprescindibles para que las cuerdas vocales puedan "vibrar". También he marcado lo que se ve desde arriba con la endoscopia, y lo que no, que en seguida veremos que es lo más importante.
 
Cuando las cuerdas vocales (verdaderas) se mueven lo hacen a esta velocidad:
 
 
 
Vemos que "vibran" porque están borrosas, pero no vemos mucho más, porque lo hacen muy rápidamente; los hombres entre 80 y 300 veces por segundo (media de 120), y las mujeres entre 130 y 525 veces por segundo (media de 210). Para poder verlo mejor tenemos que usar luz estroboscópica, como en las discotecas. La técnica consiste en apagar la luz (no vemos nada) y encenderla, a casi la misma velocidad que una vibración, desplazando el encendido un poquito más de tiempo, y repetimos la operación miles de veces. De ese modo podemos obtener una imagen muy similar al movimiento real, pero como si fuera a cámara lenta.
Algo así:
 
 
 
Lo que está pasando es esto:
Primer paso: los músculos hacen que la cuerda vocal se cierre. Entonces el aire de los pulmones no puede salir y empuja desde abajo.
 
 
Segundo paso: la presión del aire va separando las cuerdas vocales hacia arriba:
 
 
Tercer paso: la cuerda vocal se cierra por abajo y queda una burbuja de aire atrapado, a alta presión, como si fuera un globito.
 
 
Cuarto paso: la cuerda vocal se abre arriba y la burbuja (el globito) "explota" produciendo el sonido:
 
 
Y el proceso comienza de nuevo con el incremento de presión desde abajo, desde el pulmón:
 
 
Esto se repite entre 120 y 210 veces por segundo. Parecido a este dibujo animado, pero mucho más deprisa:
Como veis, más que una vibración, lo que les ocurre a las cuerdas vocales es que están sometidas a un movimiento ondulatorio. Los músculos aproximan o tensan las cuerdas vocales, pero no intervienen directamente en la producción del sonido. Todo se desarrolla gracias a mecanismos aerodinámicos basados en la ELASTICIDAD del tejido que forma la superficie de la cuerda vocal (mucosa y submucosa, para los técnicos).
 
Por otra parte ya habréis notado que las cuerdas vocales no son cuerdas, ni tampoco membranas vibrando, lo más parecido en su funcionamiento son labios pedorreando (poco glamouroso y algo triste, pero así son las cosas). Si queréis haceros una idea más "personal" del asunto, como el mecanismo no es muy distinto del de una pedorreta, podéis hacer una y probad, pero primero es necesario mojarse los labios; sin humedad, no hay pedorreta (sin una buena hidratación de la laringe no puede haber un buen sonido).
 
 
 
Después intentad "enlentecer" la pedorreta hasta conseguir que solo salga uno de estos "globitos" y notad cómo pasa a través de los labios hasta "liberarse" al exterior generando el sonido. Fijaros en la importancia de la presión en la boca para poder hacer una buena pedorreta.
 
Para que esto suceda hay tres cosas que podemos hacer: que las cuerdas vocales estén húmedas, que estén cerca, y que el aire proporcionado por el pulmón esté a la presión adecuada. Con poca presión también hay sonido, pero mucho menos controlado que si la presión es alta. Sobre como proporcionar la presión que necesitamos hablaremos después.
 
Ahora sólo quiero que veáis nacer al sonido, y como cambian las cuerdas vocales al modularlo en fortes y pianos, agudos y graves:
 
 
Antes de nada: Fijaros en lo bien moqueadas (hidratadas) que están las cuerdas. Fundamental.
Como se puede ver, las ondas del Forte son muchísimo más grandes que las del piano. Esas ondas golpean las cuerdas vocales entre si y se amortiguan mucho peor, lo que ocasionará algunos daños. Si hemos aprendido a utilizar la cabeza, no será necesario que esas ondas sean tan grandes. Me refiero a la cabeza TEXTUALMENTE, no me refiero a la inteligencia. Si aprovechamos el efecto de caja de resonancia que tiene nuestro cráneo, quizá nosotros no lo percibamos bien con nuestros oídos, pero el sonido se incrementa y no necesitaremos forzar tanto a las cuerdas vocales; con lo que las ondas serán más pequeñas, y los daños menores.
 
 
 
Aquí debemos fijarnos en cómo se tensan las cuerdas en los agudos, y como se destensan en los graves. Nuevamente, no forzar es importante.
 
Graves y agudos dependen de dos variables, una controlable y la otra no. La variable controlable es la tensión de las cuerdas, como hemos visto. La variable no controlable es la longitud de las cuerdas. Cuanto más cortas, más agudo es el sonido. Y cuanto más largas, más grave. Los hombres tienen una longitud que va de 17 a 24 milímetros, las mujeres de 13 a 17 mm.
 
Cada uno tiene la cuerda vocal que tiene. Una soprano no puede aspirar a ser bajo. Tampoco un bajo a ser soprano;.puede tensar las cuerdas y obtener sonidos más agudos, pero hasta un límite. Empeñarse en sobrepasar ese límite es un suicidio para las cuerdas vocales, porque no se acortarán. Hay que conocerse y aceptar las limitaciones anatómicas.
 
Para obtener sonidos más agudos de lo que la longitud de nuestras cuerdas permiten hay que recurrir a técnicas que los contratenores usan continuamente. Son técnicas un poco complejas y se salen del contexto de esta página web. Pero baste decir que no se basan en forzar las cuerdas vocales, sino en utilizar las cuerdas, "el tubo" y el cráneo, de una forma no convencional.